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Este post va dedicado a mis «optikeras», mi pequeño grupo de amigas de la universidad, todas ellas compañeras de estudios hace ya casi veinte años; y en la actualidad compañeras de profesión. Me han animado para que escriba críticamente sobre los horarios de nuestra profesión, sobre las pegas que nos encontramos a la hora de ser madres, y de poder compaginar nuestro trabajo con nuestra vida familiar. Espero que esto algún día cambie, y así poder conciliar ambas cosas, sin tener que reducir nuestro salario a la mitad.

En España, nuestra profesión aún siendo sanitaria, es de ámbito privado, las gafas, lentes de contacto y demás soluciones ópticas uno mismo se las tiene que costear, por lo tanto está desligada de la seguridad social.

Cuándo terminamos la carrera tenemos varias opciones de trabajo, las cuales a continuación voy a enumerar: óptica a pie de calle, óptica de centro comercial o grandes almacenes, clínica de optometría, hospital, laboratorio de cristales o lentes de contacto, comercial de monturas, comercial de lentes de contacto, comercial de lentes oftálmicas, … pero la que casi todos mis compañeros de profesión elegimos, o es más sencilla de encontrar trabajo es la primera o la segunda de la lista. A continuación os voy a hablar de nuestro horario en las dos primeras que son las que conozco.

Si trabajas en una óptica a pie de calle seguro que tendrás el terrible y odiado horario partido de comercio, suele ser de 10 a 14 y de 17 a 20,30 de lunes a viernes, sábados mañana, en consecuencia si trabajas a más de una hora de tu domicilio, al mediodía te tienes que quedar cerca de tu puesto de trabajo y aprovechar para hacer actividades como puede ser ir al gimnasio, aprender un idioma, estudiar o hacer este blog por ejemplo (afortunadamente mi situación actual ha cambiado, trabajo menos de 40 horas semanales y he conocido la vida que hay después de la óptica, algún sábado libre al mes y algún que otro puente). Son los pros e inconvenientes de éste trabajo. Nada de puentes, nada de coger sábados ni siquiera para ir a una boda porque nuestras vacaciones son días naturales, no laborables y nos cuentan dos días (sábado y domingo), en mi opinión muy injusto… Si eres madre y reduces la jornada normalmente se reduce a la mitad, con lo que queda un sueldo muy pequeño, y si eres madre soltera inviable. Por eso casi todas mis compañeras son madres casi a los treinta y muchos años… entre la hipoteca y demás gastos mensuales es imposible llegar a fin de mes.

Si trabajas en una óptica de centro comercial es aún peor, el horario suele ser de 10 a 16 o de 16 a 22 de lunes a viernes, y los sábados de 10 a 21 o de 11 a 22 (con una hora para comer… un horror), domingos y festivos con el mismo horario y en muchos sitios sin retribución (a cambio suelen dar un día libre). En el caso de ser mamá puedes reducir horas y al ser un horario continuo es más sencillo de compaginar, pero llega el fin de semana y no ves a tu familia porque estas trabajando y te toca trabajar mínimo de uno a dos domingos o festivos al mes.

No se que es peor... si aún seguimos en la profesión es porque amamos nuestro trabajo, o porque no podemos irnos y buscar otro trabajo ya que vamos cumpliendo años y todo se complica…

El sueño de todo óptico optometrista es que algún día tengamos un horario continuo de oficina, que nos deje conciliar nuestra profesión con nuestra familia, salir antes de las 7 de la tarde y tener un salario digno, que podamos ser madres y no depender de los ingresos de nuestra pareja. Ojalá algún día podamos verlo.

Me ha encantado compartir esto con vosotros y animar a mis compañer@s para que algún día todo cambie.